Poesía y dulzura de vivir
Un lugar con patrimonio único para recibirlo
Edificada en el corazón del barrio medieval de Figeac, lo que fue la residencia de los magistrados del rey durante cuatro siglos le invita a una sorprendente experiencia en los valles del Lot y del Célé. Heredero de un memorable pasado, el Hôtel Mercure Viguier du Roy Figeac se oculta tras altas paredes en el corazón de la ciudad. Insospechados, los 5 000 m² de este sitio emblemático de la ciudad de Arte y de Historia que es Figeac revelan sus terrazas, sus techos, sus escaleras y pasarelas, sus rincones y su piscina, que suscitan el encanto.
El hotel, diseñado como las cálidas residencias de antaño, conjuga respeto y audacia, generosidad y hospitalidad, gracias a una inspirada renovación. La decoradora Chantal Peyrat trabajó en las estructuras y la pátina de los siglos. Reescribió y le dio ritmo al lugar de una forma contemporánea y viva, inspirándose en una de las más ilustres figuras de Figeac: el egiptólogo Jean-François Champollion. El diseño utiliza los códigos gráficos de la escritura inspirándose en los jeroglíficos y lo digital para vestir el lugar e insuflarle colores, vibraciones y modernidad.
Todas las habitaciones son personalizadas y tienen nombres memorables como los de Leonor de Aquitania o de Bernard de Savignac, primer Magistrado del Rey.
Los espacios son a las vez intimistas y auténticos, inundados de un alma cálida, donde uno se siente como en casa. Ofrecen amplios volúmenes, hermosas aberturas donde penetra la luz del mediodía y todas están equipadas con un espacioso cuarto de baño.
Modulables, las habitaciones familiares se convierten en un verdadero espacio de vida procurándole un sentimiento de compartir y de intimidad.
El hotel cuenta con habitaciones PMR, acceso para sillas de ruedas, acceso para discapacitados en áreas públicas y baños equipados.
